martes, 1 de septiembre de 2015

Unidad comunista más confluencia popular


¿Fracaso de Syriza o inexistencia de una estrategia revolucionaria de masas clasista? A ningún demócrata le cabe la menor duda, de que la claudicación del gobierno griego encabezado por Alexis Tsipras, con el apoyo de la mayoría parlamentaria de Syriza y la oposición de las minoritarias Plataforma de Izquierdas y otras tendencias revolucionarias internas, es un paso atrás para las fuerzas democráticas, revolucionarias y comunistas (con el calvario del KKE merecidamente incluido) por encima de  muchos pesares y para las clases trabajadoras que pagamos el plato.

Con lo que debemos estar en desacuerdo por ilógico, es pensar que el abrazo de Tsipras a este nuevo memorándum griego -como muchos sectarios escriben para ocultar su inanición, pensando que así serán ellos quienes lo rentabilizan y sin esfuerzo- sea fruto de la mayoría de una derecha de Syriza, entusiasmada con llegar a acuerdos parlamentarios con la derecha corrupta de su país, para demostrar que todo formaba parte de una tragedia griega en formato de teatro de lo absurdo, cosa que muchos de la propia Plataforma de Izquierda de Syriza niegan así, como el exministro de economía Yanis Varoufakis y también muchos otros articulistas, además de la propia etapa socioeconómica como se explica más adelante.
Debemos profundizar en las armas de presión de la oligarquía euroalemana a las fuerzas democráticas y revolucionarias, esto será necesario para una mayor fortaleza mental y estratégica ante los combates que nos esperan, pero como es lógico y normal, solo desde aquellos análisis y  planteamientos que están basados en argumentos de estudios y trabajos mínimamente científicos, como este que Vicenç Navarro cuenta en Asturbulla, que construyen contextos para acordar políticas unitarias contra el enemigo principal http://www.asturbulla.org/index.php?option=com_content&view=article&id=28062:la-alemanizacion-de-la-union-europea-incluyendo-grecia&catid=83:union-europea&Itemid=162
La izquierda revolucionaria y comunista europea -y de otros continentes- sufrimos de muchos males y dolencias, y entre ellos, el relacionado con confundir la realidad con los pensamientos, o lo que es lo mismo, pero en peor, construirnos una realidad en nuestra mente y adaptar a ella los acontecimientos. No, aquí el problema no es que sencillamente, solo tengamos un problema con la política de alianzas.
No aprendemos de la historia de lucha del movimiento obrero y de los pueblos, escrita y experimentada con la sangre y sacrificio de muchas y muchos comunistas y revolucionarios, y todas pasan por estrategias de unidad del pueblo y de la unidad de la clase obrera con instrumentos propios, unidad desde la complejidad social y sólo desde ahí seremos capaces de enfrentar con estrategias unitarias de ruptura y emancipación.
Solo del aislamiento político y social que tienen de las masas, es posible entender la contradicción en muchos comunistas dogmáticos y sectarios -no necesariamente de izquierdas- de criticar a Syriza de reformistas populistas y mentirosos y después volver a criticarlos, por hacer lo que dicen que van hacer. O lo mismo, criticarlos por no hacer lo que ellos son incapaces de hacer, pidiendo peras al olmo.
¿De qué hechos históricos mostrados debemos partir, para un análisis mínimamente riguroso de esta conclusión? La clave está en aquellos que nos sitúan, ante qué tipo de fuerza política reformista nos encontramos, que como Syriza en Grecia, tienen de base el escaso romanticismo del eurocomunismo del que parte su mayor componente y en España, de la confluencia que pretenden Podemos y otros grupos con los movimientos sociales, del mismo tronco que Syriza, nacidos de la ideología revisionista dominante y de la ruptura del pacto social posdictaduras.
Primero, definimos claramente que ambas son fuerzas democráticas y reformistas, que representan el amplio espectro de la izquierda política y social europea, donde se han ido incorporando sectores comunistas y revolucionarios, excluidos del marxismo revolucionario leninista dogmático y sectario, y desde el momento de la ejecución de las políticas de recortes instauradas por el gobierno de Zapatero  del PSOE en España y en Grecia por Papandreu, del también “socialista” PASOK, como consecuencia de la explosión de la burbuja especulativa de las inmobiliarias en EEUU en el 2008, con la incorporación masiva de los indignados contra la corrupción, de los que luchan por la regeneración democrática, contra los recortes del estado de bienestar, la represión o por el sencillo derecho de la autodeterminación.  
Sus componentes, sociológicamente forman parte de la clase obrera como los de cualquier otro partido obrero, pero su pensamiento es el mayoritario entre las clases trabajadoras, pensamiento que nace de la consolidación entre las masas obreras, de un proceso de desarrollo capitalista en lo económico y social continuo y ascendente desde la posguerra, hasta más allá de la entrada del euro en el 2002.
Proceso instaurado principalmente en la Europa Occidental, con el pacto social firmado posteriormente a la segunda guerra mundial, entre las tendencias mayoritarias del pueblo formadas por comunistas y socialistas, apoyadas en la victoriosa Unión Soviética, con la nueva oligarquía europea emergente, que hoy llamamos neoliberal, bajo la dominación del imperialismo euroalemán, la cual es la responsable de la ruptura del pacto social de estado de bienestar. En España, Grecia y Portugal firmado en los años 70 por imperativo dictatorial.
El objetivo es la reforma y no la eliminación del sistema capitalista, está en su seña de identidad y engarza con todas las teorías revisionistas del marxismo que domina el occidente imperial, desde el triunfo  hegemónico de EEUU en la segunda guerra mundial con el desarrollismo y el consumismo tremendo, que dio al capitalismo la instauración del sistema fordista de producción, de la creación del Bretton Woods con sus máquinas de control -FMI y BM- y de la posibilidad utópica ideada por los ilustrados del revisionismo, de poder domesticar la desigualdad y la crisis intrínseca del capitalismo, con las regulaciones democráticas del sistema.
Proceso perfectamente relatado por el exministro de economía griego Yanis Varoufakis  en su libro del “Minotauro global”, donde sintetiza expresamente bajo su criterio, la importancia de las superestructuras políticas para ir readaptando según las épocas, los reciclados de los excedentes de capital, o sea los beneficios, sin negar en ningún momento lo fundamental del capitalismo: el sistema de su obtención.
El Minotauro nace con la muerte del acuerdo de la posguerra de  Bretton Woods, anulado arteramente por el presidente Nixon de EEUU en 1971 y lo matan según su creador en el 2008, por el libre albedrío creado consciente y políticamente por la oligarquía yanqui y su gobierno con la máquina de imprimir dólares, provocando un déficit infrenable y una necesidad imperiosa de absorber todos los excedentes financieros, procedentes de la producción del planeta en continua disminución, sustentandose cada día más, en una mayor explotación de las clases trabajadoras y en un sistema financiero basado en una desregulación legal y de formato telemático, virtual, especulativo y sin control, pero en absoluto nada ingenuo ni ingenioso.
La definición de Varoufakis sobre sí mismo de marxista errático será placentera, pero su concepto del marxismo es más bien confuso como el de la mayoría de los reformistas, es capaz de definir a la antigua Unión Soviética como un estado comunista, que ni Stalin, su último dirigente comunista lo dijo ni por aproximación, pero es un pensamiento revisionista creado por la gerontocracia soviética pos Stalin y ampliamente hegemónico entre los reformistas y revisionistas dogmáticos, gracias a la sociología “marxista” estadounidense, altamente propagada y la única estudiada en las universidades occidentales.
No parece objetivo decir, que el alma del sistema capitalista es el equilibrio entre salarios e intereses, por mucho que sea un instrumento burgués de regulación del mercado, obviando la existencia de la producción y el consumo, que son los reguladores en el libre mercado de los precios, los salarios, y desde la anulación paulatina del estado de bienestar, también nos determina  los precios de las necesidades esenciales del actual ser humano como la enseñanza, sanidad, dependencia, servicios sociales, la justicia, vivienda, agua, luz, calefacción, etc.… además de la cesta de la compra.
Tampoco es muy científico situar el bombazo de las hipotecas subprime del 2008 en EEUU –explosión de la burbuja inmobiliaria- como el marcador inicial de la crisis global que vivimos, obviando tanto él, como el grueso de los reformistas, que en las estadísticas los beneficios empresariales empezaron a disminuir en el año mil novecientos setenta y uno -como él bien explica en su Minotauro global- las consecuencias comenzaron inmediatamente, al oro lo sustituye el dólar en 1971 y en el 1974 explota la primera gran crisis del petróleo, con una gran subida del precio del petróleo controlado por EEUU, que monopoliza la producción, reparto, venta y precios, evidentemente todo en dólares. Esto es planificación capitalista con control absoluto del mercado, nada que ver con ingenuidades o simple avaricia capitalista.  
No hay ni un solo engaño en las pretensiones políticas actuales de los reformistas (como mucho algún síndrome pretencioso) es la versión histórica del revisionismo, ninguno habla de acabar con el capitalismo para construir una sociedad sobre la propiedad pública de los medios de producción y la igualdad socialista, ninguno relaciona el marxismo con la clase obrera como teoría revolucionaria, solo simulan que otro capitalismo es posible. Veamos que dice a otro reformista consecuente y honrado,  con fuerte presencia en la Alemania oriental sacado de nuevo de Asturbulla, Oskar Lafontaine dirigente de la organización política Die Linke. http://www.asturbulla.org/index.php?option=com_content&view=article&id=28069:ique-podemos-aprender-del-chantaje-al-gobierno-de-syriza&catid=124:opinion&Itemid=180
¿Qué han hecho las fracciones revolucionarias y clasistas internas y externas, ante el proceso de negociación del gobierno de Syriza con la troika europea? La minoría parlamentaria de Syriza, no acepta el acuerdo, porque no estaba previsto en el programa y porque perjudica enormemente este tercer memorándum al pueblo, lo cual es cierto, pero, como en estos momentos pasa, no existiendo alternativa política organizada ninguna de masas por su izquierda y esto es de conocimiento popular, ¿corresponde denunciar de traición al gobierno de Tsipras, con respecto al programa y al referéndum del OXI griego, cuando todos vemos la pistola euroalemana en la sien del pueblo griego? repetimos, ¿traición o falta de masas obreras y juventudes organizadas con conciencia política, movilizando y presionando además de votando?
Esta pregunta nos la hacemos muchos españoles, griegos, europeos del norte y los pueblos del mundo, pero ¿cómo diablos podemos resolver este problema de desacuerdo y confrontación contra el memorándum impuesto, sin alternativa política de masas? Tengamos claro que la movilización y la resistencia hasta ahora, ha sido mínima por parte de las organizaciones de masas obreras y populares,  y de las realizadas dirigidas más contra Tsipras, que contra el que empuña el arma,  en un contexto de una fuerte presión al gobierno de Syriza tanto por su derecha, como por la oligarquía europea euroalemana y la derecha griega y por otro lado de forma muy minoritaria y sectarizada, la de los comunistas, revolucionarios griegos y disidencia interna, el insulto de traición por la claudicación de Tsipras, no sirve de justificación de la incapacidad de los comunistas y revolucionarios griegos, ya que ellos no son la alternativa y sí la derecha reaccionaria.
¿Están analizadas todas las posibilidades de desarrollo de una posible confrontación con la troika al estilo planteado por Varoufakis, en un contexto de fuerte apoyo electoral, escasa capacidad de movilización social y baja participación de la clase obrera organizada? Viendo la correlación de fuerzas, no creo precisamente que hubiera posibilidades de tirar las campanas al vuelo, como muchos revolucionarios exclaman, pero si se ven fácilmente las debilidades del gobierno de Syriza, de quienes tienen la sartén por el mango cogida y quienes mucho gritan, pero poco superar las limitaciones políticas de la coalición, que están en su escaso engarce con la clase obrera y la nula movilización de masas.
Cualquier analista revolucionario percibe estas condiciones en los movimientos que luchan, aunque se circunscribe a la superestructura institucional, pero se constata una situación de minoría en Syriza de la izquierda revolucionaria (lo demuestra su abandono de la militancia, de sus responsabilidades y sin lucha de línea interna) con un aislamiento social de la única clase que puede confrontar con el capital cuando está organizada, la clase obrera, que no salió a la calle contra los recortes que imponen el memorándum y sin una alternativa electoral de izquierdas de masas.
Es decir que sin hacer un trabajo de masas en las organizaciones de masas de la clase obrera, no podemos empecinarnos en los diez mandamientos de un programa contra la Europa del euro, de la OTAN y por el socialismo, que la mayoría de las masas griegas conocen, ni se creen, ni les llega mínimamente explicado y expuesto con una práctica de vivencia diaria y cotidiana en sus lugares de trabajo y vida, creando hegemonía.
Añadiendo, un contexto europeo completamente negativo, con el imperialismo euroalemán en completa hegemonía, en un Eurogrupo inventado para la cuestión sin legitimidad institucional, con una socialdemocracia neoliberal totalmente entregada a los dictados de Alemania, la cual jamás cedería ni un pelo  en estos momentos políticos, donde están convocadas elecciones para octubre en Portugal, con un fuerte avance del PCP y sus aliados y en España en noviembre, con un Podemos y los movimientos de confluencia, con posibilidades de reventar por tercera vez consecutiva, el bipartidismo dominante desde la transición democrática, responsable de los recortes a las clases populares.
Pocas cosas se ven positivas ante esta fuerte actualidad política, pero alguna tenemos, y desde una visión global se puede intervenir, siempre que pongamos la táctica política diaria al servicio de la estrategia general y no de los egos personalistas y dogmas de fe.
Primer desequilibrio para el sistema; que las fuerzas del pueblo democráticas y de izquierdas en Grecia, revaliden su mayoría electoral en septiembre y puedan aprovecharlo para la lucha contra la aplicación del tercer memorándum, más el inestimable apoyo y la solidaridad con la clase obrera griega, con una previsible y muy necesaria ruptura en Portugal y en España de la estrategia bipartidista de la oligarquía euroalemana.
Segundo desequilibrio, que sean capaces de aprovechar desde esos momentos de la derrota de las políticas de austeridad, el pánico de la socialdemocracia europea a su desaparición electoral, si sigue los caminos autoritarios de la Alemania imperial, tanto para la socialdemocracia del sur como del norte de Europa.
Tercer desequilibrio, aprovechar las contradicciones entre Alemania y EEUU, encarnados en la posición del FMI -como criatura que es de EEUU- que busca una condonación de parte de la deuda griega y que Alemania niega, para apoyar con fondos el tercer rescate, para que mañana pueda pagar el resto y que de paso no caiga en manos de las potencias emergentes rusa y china.
Cuarto desequilibrio, búsqueda de segundos aliados políticos y financieros por la situación internacional que se ha creado tras la ruptura de Rusia con EEUU por Ucrania y los bombazos de China a la potencia imperialista de EEUU y sus aliados alemanes y japoneses en la devaluación de su moneda por la competitividad comercial, ante la apreciación de más del 30%  del yuan por las maniobras financieras de las potencias imperialistas.
Poco es nada, si la izquierda comunista y revolucionaria no la cagamos con nuestro dogmatismo sectario y aislamiento de las masas obreras y pérdida de la táctica, es decir, de la capacidad de ir poniendo un ladrillo tras otro, hasta acabar de construir el edificio que todas y todos pretendemos.       
Debemos encontrar una respuesta correcta, pero primero debemos ser conscientes, de que las condiciones actuales económicas y políticas, no tienen nada que ver con la de los años setenta, donde los reformistas se encontraron con la propuesta del estado de bienestar encima de la mesa por parte de la oligarquía europea, durante un proceso que se puede matizar, pero que en ascendente duró más de treinta años, nuestros nuevos reformistas por su pensamiento no son traidores como los dirigentes revisionistas del PCE y PSOE de la transición (Santiago Carrillo y Felipe González) que vendieron unas posibilidades de ruptura política reales, por unos miserables platos de lentejas.
Estos nacen fruto de la ruptura del pacto social de la transición de estado de bienestar, acordado por la oligarquía europea euroalemana con nuestros viejos reformistas, a los cuales los nuevos denuncian de abandono de los ideales democráticos, de la idea de una Europa donde quepamos todas y todos, de corrupción y de haberse convertido en una casta con sus privilegios.
Que recorrido político puede tener Alexis Tsipras, si adopta realmente la estrategia de sus sucesores y se dedica realmente a aplicar los memorándum en las mismas condiciones, pues se supone que en lo inmediato, la misma que ha tenido el Sr Papandreu, porque también debemos entender que la oligarquía cambia a sus representantes cuando estos no son populares y pierden elecciones. Por esto y porque no tenemos otra opción de masas ni tiempo para inventarla, luchemos en el campo del pueblo por la hegemonía de las posiciones revolucionarias y de clase, desde posiciones de unidad comunista y de confluencia popular.
Quizás debamos añadir, que si alguien realmente piensa, que la crisis que estamos globalmente pasando y que lleva cuarenta años profundizando en el colapso del sistema, de forma lenta y continua, pero con acelerones en la confrontación militar entre las potencias imperialistas hegemónicas en decadencia y las nuevas emergentes, que esto va a tener un arreglo rápido y feliz, no es un problema de ser un iluso, es que tiene una visión de la sociedad en que vive como la de Alicia en el país de las maravillas, onírica y metafísica.
Varoufakis, pasa de puntillas sobre un resultado de no feliz de esto, como la mayoría de reformistas, pero menta escuetamente, cómo las crisis de superproducción las potencias imperialistas las superaron con la destrucción de la producción, los medios de producción y la ocupación del espacio del enemigo, habla de las dos guerras mundiales, lo cual explica en un mundo globalizado con capacidad de destrucción total por todas las partes, del proceso ya iniciado regionalmente, de destrucción masiva de la producción, medios de producción, materias primas y vías de comunicación, veamos Centro Europa, Oriente Medio, Asia o África.
Pero claro, bajo esta tesis tan pesimista, todas las visiones reformistas se quedan en el cuento de hadas negando la posibilidad de lo mayor,  pero cuento, que solo desde el trabajo diario y cotidiano en las organizaciones de masas de base, los comunistas y revolucionarios podremos ante las masas desmontarlo y explicar, de cómo hasta ahora ha sido la historia de la lucha del movimiento obrero y popular.
Muchos dirigentes reformistas griegos han denunciado los límites de los medios de comunicación en Europa, Varoufakis denuncia claramente, que lo que es en Grecia, España y Portugal, nulo total, y en el resto más de lo mismo, no existen medios independientes de comunicación, son todos del sistema. Convenzámonos, para llegar a las masas obreras solo nos queda el trabajo de masas en la base. Una licencia en el uso de una expresión muy asturiana de la UHP de 1934, porque así como lo estamos haciendo es insuficiente ¡¡hay que armala!! Para desde la confluencia de la UHP con las masas, ganar las pequeñas batallas…… y las grandes.
Alonso Gallardo militante comunista por la confluencia y de la Corriente sindical de Izquierda
                                                                                                                                                                   Octubre del 2015